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jueves, 6 de septiembre de 2018

La ganga

"Casa en venta, acepto propuestas, urge", seguido el domicilio, sin número de teléfono.

Fue un imán ese anuncio. Llevaba tiempo en bienes raíces y me ilusionaba encontrar alguna propiedad asequible, para empezar a comprar, acondicionar, vender y dejar poco a poco, en segundo plano, la intermediación. 

"En esa parte antigua de la ciudad, seguro será muy barata pero con buen potencial. Muchos estarán deseando volver a vivir en zona más céntrica... Si no completo, consigo un préstamo, la vendo pronto y de allí voy..."

Llegué antes de terminar de organizar mi plan. Ah, de inicio estaba en una esquina estupenda, con cochera muy amplia, bella fachada y bonito barandal, jardín. Allí en una banca de cantera junto a un ventanal, estaba un niño de unos once a catorce años. A veces uno no calcula bien edades... por las épocas.

- Hola, mij...

- No llame. Al fondo, derecho, pase... que la esperan. Lucía aburrido o pensativo.

Subí los tres escalones y la puerta estaba abierta, de madera espesa y labrada, muy bien conservada. Entré.

Un vestíbulo con fotos de familia, la típica mesita banco con teléfono, antiguos. A la derecha, la  amplia la sala. Crucé ese recibidor y un patio-cubo de luz, muy colorido por flores en macetas, puerta a un pasillo, que distribuía dos recámaras  a cada lado, para desembocar en la salita de juegos y t v., que me condujo al comedor y al fin la cocina. Un patio-jardín muy grande y bello al fondo.

Una mujer muy joven, alegre y bonita, con un pañuelo en la cabeza, vestido que resaltaba su estrecha cintura y con delantal blanco. Estaba amasando sobre la mesa, al centro de la impecable cocina, con  aroma de canela y otras especias dulces, que parecían decirme: "quédate". Era como estar en una postal vintage.

- Buenos días, señora, disculpe que haya entrado...  él niño... vi el anuncio.

- Nada, qué bueno que llegó. Nos iremos, aquí ya no podemos seguir. Póngale precio. En cuanto termine... auf... que luego ya no leuda igual, augh.... la acompaño, señaló la casa con la vista. Tome asiento.

- Ahora sí, disculpe la espera. Si no hago el pan muy temprano... blabla.

Me agradó... muy pocas mujeres y de su edad en estos tiempos hacen pan, le dije y reímos. 

Recorrimos la propiedad, estaba en muy buen estado. Hice un levantamiento de medidas, pues ella no tenía noción de su tamaño y en las amarillentas escrituras no anexaban plano ni especificación alguna.

- Usted proponga y hacemos trato, dijo sonriente al despedirme.

Miré hacia su teléfono de la mesita.

- No,  hace tiempo que no tenemos servicio. Tendrá que regresar.

Salí. El niño me respondió con desgano, al despedirme de él.

Hice cálculos, consulté con otros y sí podría comprar. Pedí cita al Notario y yo fascinada con mi hallazgo.

Sólo que...

Al día siguiente me llamó el señor Notario.

- Esa casa no existe, hace bastante tiempo derrumbaron la cuadra entera y están por construir un centro comercial.  Pero la casa estuvo deshabitada por algunos años, cuando... incluso quedó intestada ¿Estás segura de la dirección? Pues en el Registro de la Propiedad.... blabla. ¿Estás segura? Te habrás confundido. Quizá necesites descanso.

Sí, me tomé un muy largo descanso.... luego, cambié de giro. Y no, nunca regresé ni siquiera por el rumbo. Absolutamente no. Ni lo haré jamás. 

30 comentarios:

  1. Mira que cuento con los giros de tus relatos pero hoy me tenias prendida sin esperar el final, esperando ver el jardín lleno de flores nuevas, imagine, un me la quedo y niños corriendo. Soñé hasta que tu final me ha despertado, eres barbara consigues impactar, escribes tan bien que te creo. Un aplauso preciosa

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    1. Eres muy amable, Ester. Me das mucha alegría con tu comentario. Gracias.
      Un abrazo.

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  2. Que bueno, una casa fantasma, con mujer-fantasma simpática incluida... :)

    Besos y salud

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    1. Nos pusimos fantasmeriles hoy, con esta historia : )
      Besos, Genín.

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  3. Vaya chasco y misterios de los misterios...
    es como esas historias extrañas que solía contar alguna tía vieja
    y que uno se llenaba de asombro, pero que yo le veía que socarronamente se sonreía por detrás...

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    1. Sí, se reían al asustarnos, pero luego ellas se llevaban unos buenos sustos también. : )
      Abrazo.

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  4. Esos misterios del espacio tiempo.
    Besos.

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    1. Es muy corta y breve la distancia entre hechos, que a veces se empalman.
      Besos.

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  5. ¡Impactante!

    Muy buena entrada, Susana.

    Un beso.

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    1. Sí... Susana tiene unas entradas realmente geniales.
      Besos de Sara.

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  6. Para bailar La Bamba
    Para bailar La Bamba
    Se necesita una poca de gracia
    Una poca de gracia...
    - Jubi, que dice ganga.
    ¡Huy que fallo!, ya decía yo, que con tanto misterio, no estaban para cantar.
    Besos

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    1. Bueno, no... atinaste con la pieza que tocaban en la radio en ese encuentro y no sé cómo lo supiste. : )
      Besos, travieso.

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  7. Sara, habrá sido un sueño? ¿Cuántas veces despertamos con la certeza de vivido claramente una situación! Lo que lamento es tu desilusión, más allá del misterio que rodea la historia, un abrazo Sara!

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    1. Bueno... es que esta historia es Un tanto ficticia. Pero me alegra mucho que se sienta como verídica al leerla.
      Fuerte abrazo!

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    1. Hechos raros que pueden suceder y a veces no les damos importancia, o a veces son inventos.
      Besos.

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  9. Buen relato con inesperado final.Besicos

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  10. Un espejismo , un sueño muy real, todo un misterio…

    Feliz fin de semana Sara

    Un fuerte y cálido abrazo.

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  11. Jajaja tus sueños pesadillas y fantasmas, aún tienen más miga que los míos.

    Besos.

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    1. Cómo crees. Ni a los talones llegan los míos a los tuyos, que son magníficos.
      Besos.

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  12. Hola Sara, caray, no me esperaba este final, menudo desenlace, desde luego para no volver por si acaso:)

    Besos.

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  13. Nunca me esperé ese final,muy buen relato,abrazos.

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  14. Sueño?. Realidad?.
    Quién sabe!!.

    Un abrazo.

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